Loading...

Historia del Club

Historia del Club

Historia del Fútbol Americano en España

I Parte: Diciembre 1987- Octubre 1996

 El origen y desarrollo del fútbol americano en España está estrechamente ligado a una ciudad: Badalona.

 En Diciembre de 1987, Pere Moliner, fundador de los Badalona Drags, Ramón Ventura, primer Presidente de la Federación Catalana de Fútbol Americano (FCFA), y Alfonso Genchi, entrenador, por aquel entonces, del conjunto italiano Red Eagles de Catanzaro, se reúnen en dicha localidad y acuerdan la disputa del primer encuentro en territorio nacional.

El compromiso alcanzado se materializa el 19 de Marzo de 1988. Ese día, los Badalona Drags se enfrentan a los Palermo Cardinals, en el Campo de Rugby Universitario de Barcelona. A pesar del resultado, 12-8 favorable al equipo siciliano, el choque despierta gran interés en Cataluña.

 Animados por el éxito suscitado, un grupo de jóvenes entusiastas del deporte constituye en Hospitalet un nuevo conjunto, los Pioners.

Posteriormente, nacen los Búfals del Poble Nou y los Barcelona Boxers.

 En Julio de 1988, tiene lugar la primera competición disputada en territorio estatal, el Trofeo Maresme.

 Entre Septiembre y Diciembre de 1988, se celebra la I Liga Nacional, organizada por la FCFA y conformada por los cuatro conjuntos citados.

La final se desarrolla en el Campo de fútbol del Europa y enfrenta a los Badalona Drags y a los Poble Nou Búfals. Tras un polémico encuentro, el combinado badaloní alcanza la victoria por un estrecho margen: 15-12.

 En primavera de 1989, se organiza, con gran resultado de público, la I Supercopa. Este torneo cuenta con dos nuevas incorporaciones: los Broncos de Sants y los Mallorca Voltors, primer equipo no catalán en tomar parte en una competición nacional.

Los Barcelona Boxers, entrenados con gran acierto por Angelo Vetesse y dirigidos con maestría por el quarterback John Robert White, se imponen en la final a los Badalona Drags (40-6). Este título abre un largo periodo de éxitos ininterrumpidos para la formación barcelonesa.

 Paralelamente, surgen los Osos de Madrid. Su nacimiento supone la apertura de este deporte, singularizado por un férreo carácter regional.

 Una vez completada la I Supercopa, el empeño de la FCFA gira en torno a la preparación del primer encuentro de la selección española.

El 24 de Junio, España se enfrenta a Francia en el Estadio Narcís Sala de Barcelona. Contra todo pronóstico el combinado nacional derrota 27-6 al equipo galo.

 La aparición de nuevos conjuntos es incontenible y doce intervienen en la II Liga Nacional.

Durante la primera fase del campeonato, los Boxers someten a sus adversarios. La acometida catalana culmina ante los Broncos: 0-118.

La sorpresa es protagonizada por el representante madrileño que, tras vencer en la jornada inaugural a los todopoderosos Drags, llega a semifinales.

El 23 de Diciembre, Boxers y Drags se reencuentran en la final. Ante 18.000 espectadores, con la presencia en el palco del Presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, y un desenlace de infarto[1], el equipo de la Ciudad Condal alcanza un nuevo triunfo.

 El auge del fútbol americano resulta imparable y nuestra geografía se puebla de formaciones: Zaragoza Lions, Cullera Giants, Madrid Panteras, etc.

En primavera de 1990, se disputa la II Supercopa, conformada por quince equipos, tres de ellos madrileños: Osos, Panteras y Toros.

La gran asistencia de público marca los enfrentamientos.

Cerca de 25.000 espectadores presencian en el Estadio Olímpico de Montjuïc la clausura del torneo. Nuevamente, los Boxers de Barcelona, dominador absoluto de la competición, alcanzan la victoria. En esta ocasión, los Osos de Madrid, liderados por Guillermo Gómez Sancha, se muestran incapaces de hacer frente a los catalanes.

 Ante la próspera etapa del fútbol americano estatal, la European Football League[2] (EFL) encomienda a la FCFA la organización de la V Eurobowl.

 El deporte y la afición crecen y los ‘sponsors’ surgen. La compañía Carlsberg patrocina la III Liga Nacional. Numerosas formaciones reciben un importante impulso económico de entidades privadas. Este espectacular avance se traduce en un incremento del nivel de juego. La mayoría de conjuntos refuerza sus plantillas con jugadores extranjeros. Destaca, por encima del resto, uno de los fichajes de los Boxers: Steve Pissarkiewicz, ex-componente de los Sant Louis Cardinals.

La presencia de veintiún equipos obliga a la FCFA a conformar cuatro grupos, aumentando el periodo de competición a cinco meses.

En Marzo de 1991, los dos mejores combinados de la temporada, Sant Just Trons y Barcelona Howlers, se plantan en la final. En el Estadio Olímpico de Montjuïc y ante 20.000 espectadores, los Howlers, extraordinariamente conducidos por Xisco Marcos, apabullan a los Trons (28-10).

 A pesar del magnífico nivel alcanzado y la asombrosa repercusión obtenida, conflictos de tipo económico conllevan la renuncia de Panteras, Osos y Howlers. Asimismo, la ausencia de respaldo financiero impide la celebración de la V Eurobowl. El incumplimiento de la exigencia del máximo órgano continental acarrea la inhabilitación de la selección y los clubes españoles.

Consecuencia de la catastrófica gestión, la Junta Directiva de la FCFA, acaudillada por Ramón Ventura, dimite. Ante la disparatada situación, Carlsberg abandona el patrocinio de la Liga.

Una Junta Gestora, guiada por Javier Quintana, asume la dirección de la Federación. Una auditoría confirma la alarmante situación heredada.

 Entretanto, Panteras, Osos y Howlers planean el desarrollo paralelo de una competición nacional, de carácter semiprofesional y alto nivel cualitativo, rodeada de una infraestructura de primer orden. La empresa Unipublic cree en el proyecto y apuesta por él. Antena 3 TV obtiene los derechos de retransmisión. Villafranca Eagles, Tarrasa Reds, Manresa Bagmonts, Madrid Toros, Cullera Giants y Zaragoza Lions apoyan la iniciativa.

En Octubre de 1991, el proyecto toma nombre: Spain Football League (SFL). La separación se confirma.

 El 24 de Noviembre comienza la I SFL. Durante cuatro meses, los nueve conjuntos aludidos luchan por conseguir el ansiado campeonato. La óptima organización y la cobertura televisiva auguran un futuro brillante. Sin embargo, rápidamente aflora un patente y angustioso desequilibrio.

En Marzo de 1992, los Barcelona Howlers y los Panteras de Madrid batallan por obtener el triunfo. En el Estadio Olímpico de Montjuïc y en presencia de 12.500 espectadores, el combinado catalán derrota al conjunto madrileño (29-23).

 Por otro lado, la Junta Gestora de la FCFA logra, no sin esfuerzo y sacrificio, poner en marcha una nueva edición de la Liga Nacional, la IV, conformada por dieciocho equipos. El torneo, marcado por la austeridad y la desigualdad, culmina el 22 de Marzo en la ciudad de Reus (Tarragona). En un partido sin historia, los Boxers arrasan a los Trons (33-0).

Separadamente, incidencias derivadas de la aciaga administración precedente, motivan la supresión de la relación entre el Ente federativo y la Asociación Catalana de Árbitros. Ante la inquietante situación y durante la fase final, antiguos ‘referees’, periodistas, entrenadores y jugadores substituyen desinteresadamente a los colegiados.

 La crisis económica condiciona el porvenir del fútbol americano. Numerosos conjuntos desaparecen, los patrocinadores pierden interés por el campeonato y la asistencia a los encuentros disminuye notablemente.

 Con un presupuesto ínfimo, la V Liga Nacional arranca en Octubre de 1992.

Al objeto de nivelar la competición, la FCFA introduce sensibles variaciones en su estructura. Las formaciones se distribuyen en dos categorías. Los combinados más potentes integran la División de Honor. Los inexpertos, la Primera División.

En Marzo de 1993, los Boxers se adjudican el título frente a los Pioners. El partido, disputado en el Complejo Hospitalet Norte, se resuelve en el tiempo suplementario (24-18).

La FCFA restablece la Supercopa. La III edición encumbra a los Búfals del Poble Nou. Nuevamente, Pioners de Hospitalet resulta derrotado (22-7).

 La II SFL sufre una profunda reestructuración. La cúpula directiva apuesta por la igualdad y los equipos se reparten en dos grupos, en base a la clasificación obtenida durante la primera edición. Televisión Española asume la retransmisión del torneo.

El 31 de Enero se inaugura la temporada. El sistema establecido estabiliza la competición. Las semifinales reflejan la igualdad imperante entre los cuatro ‘grandes’: Howlers, Osos, Eagles y Panteras.

El 1 de Mayo, el Estadio Olímpico de Montjuïc acoge la gran final. Villafranca Eagles y Panteras de Madrid disputan un ajustado y conflictivo encuentro. El conjunto del Penedés alcanza la victoria tras dos prórrogas (40-36).

En Enero de 1994, tiene lugar el ‘kick off’ de la VI Liga Nacional. La apertura territorial y el aumento de formaciones motivan la distribución geográfica de los combinados en dos conferencias: la Catalana y la Levantino-Balear.

Tras cinco meses de dura contienda, los Barcelona Boxers obtienen, nuevamente, el triunfo. En esta ocasión, los Camioneros de Coslada se muestran incapaces de frenar el empuje catalán (42-6).

Asimismo, los barceloneses se adjudican la IV Supercopa.

 Por otro lado, el desamparo de Unipublic marca el nuevo curso de la Liga Comercial.

La directiva, mediante una novedosa y atractiva denominación, American Football League, y un sistema de competición establecido para evitar la desigualdad, ambiciona seducir a público y patrocinadores. Sin embargo, a medida que avanza el campeonato, el anhelo de la organización sucumbe a la realidad. Durante tres meses, once equipos luchan por evitar no ser víctimas de una situación que se torna insostenible. La separación, lejos de potenciar el deporte, se revela como un medio ineficaz para su desarrollo.

La temporada finaliza con la victoria de los Barcelona Howlers.

 Con ocasión del periodo estival y ante el incierto mañana del fútbol americano en nuestro país, representantes de los principales clubes nacionales acuerdan la unificación de ambas competiciones. Nace, de esta suerte, la Agrupación Española de Fútbol Americano (AEFA). Enrique García de Castro accede a la Presidencia. La cordura vuelve a imperar.

Dieciocho formaciones repartidas en dos conferencias disputan la I Liga Española.

La unión recoge su fruto y, consecuencia de la extraordinaria labor organizativa, de la incesante búsqueda de patrocinador y del creciente interés despertado, se alcanza un acuerdo de esponsorización con la empresa Pedro Domecq S.A., distribuidora oficial de Beefeater en España.

Conjuntamente, el fútbol americano obtiene del Consejo Superior de Deportes el reconocimiento de modalidad deportiva, requisito para la constitución de la ulterior Federación.

 La temporada resulta marcada por el sempiterno dominio de Boxers, Panteras, Eagles y Howlers, el ensalzamiento de Pioners y Lions, la amarga desaparición de Taurons y la soberbia actuación arbitral.

Tras un admirable y sorprendente ‘play-off’, Boxers y Panteras adquieren el pasaporte a la final.

El 17 de Mayo de 1995, en el Estadio Olímpico de Canillejas y ante una enfervorizada muchedumbre, el conjunto madrileño conquista el título, logrando, de este modo, el indiscutible reconocimiento a su estoica labor. Este triunfo consagra, definitivamente, a históricos componentes de la formación capitalina: Pedro Garau, ‘CachoMartínez Conde, Rafa Varela, Enrique Fontecha, etc.

 El resurgir del fútbol americano es un hecho y la unificación, un éxito.

 Paralelamente, se desarrollan la VII Liga Catalana y un torneo integrado por clubes provenientes de Andalucía, Valencia, Murcia y Baleares. Ambas competiciones posibilitan el acceso a la Liga Española.

En Cataluña y contra todo pronóstico, los Bocs de Argentona se adjudican la victoria. En tanto, los Sevilla Linces aplastan a sus rivales de conferencia. En ningún caso, obtienen plaza en categoría superior.

 La irresistible atracción del deporte no tiene límite e impulsa la organización de nuevos acontecimientos.

En Agosto, tiene lugar el primer encuentro de fútbol americano femenino, que enfrenta a Queens y Bad Girls. La aptitud mostrada por las jugadoras de ambos combinados vaticina un futuro sobresaliente.

En Septiembre, el mítico pivot del Real Madrid y de la Selección española de baloncesto, Fernando Romay anuncia su fichaje por los Panteras.

En Octubre, se disputa la I Copa de España. En semifinales, Eagles y Panteras derrotan, ampliamente, a Boxers y Pioners. El Estadio de La Cartuja de Sevilla acoge la final. Nuevamente, la entidad madrileña alcanza el triunfo (20-16). La primera experiencia copera arroja un resultado ampliamente positivo: masiva asistencia de público e impecable promoción deportiva.

Entre Noviembre y Diciembre, se celebra la V Supercopa Catalana. Tras dura contienda preliminar, la batalla por el título enfrenta, en Can Salvi, a Eagles y Búfals. El equipo del Poble Nou supera, no sin dificultades, al conjunto de Villafranca (10-6). No obstante, el partido y la fiesta barcelonesa resultan ensombrecidos por la grave lesión sufrida por Xisco Marcos.

 La unidad genera entusiasmo y confianza y, tan siquiera, el abandono de los Howlers y la disolución de los Toros motivan inquietud. La competición acrecienta su prestigio. En tales circunstancias, AEFA endurece las exigencias de participación.

 Desde el 14 de Enero de 1996, doce formaciones rivalizan por conseguir la victoria en la II Liga Española.

El inicio de temporada muestra, una vez más, la supremacía de Eagles, Panteras, Boxers y Pioners.

Mención especial merecen Camioneros, Drags y Osos. El club de Coslada, magistralmente dirigido por Ignacio Pliego, constituye la grata sorpresa del campeonato. El equipo de Badalona, fuertemente reforzado, afianza su retorno a la élite. El conjunto madrileño representa la dolorosa decepción.

 El debut de los Panteras en Copa de Europa y la disputa de los encuentros enmarcados en el ‘Beefeater Tour’, interrumpen el torneo durante la primera quincena de Marzo.

 En ‘La Peineta’ y ante 10.000 espectadores, el rival del representante español en su estreno continental, Aix-en-Provence Argonautes, revela su condición de favorito a adjudicarse la Eurobowl (12-39). Pese a la derrota, el campeón nacional causa una extraordinaria sensación.

Mientras, en gira proyectada por la firma patrocinadora, Albany/New York Firebirds -Arena Football League-, se enfrenta, en Valencia y Madrid, a un combinado estatal. En la capital levantina, el equipo norteamericano se muestra incapaz, durante gran parte de la pugna, de contrarrestar la embestida española. Finalmente, vence con dificultad (40-55). Producto de la inmejorable actuación nacional, el staff técnico neoyorquino propone a Javier Hernández (RB-FS, Camioneros), participar en su campo de entrenamiento.

Posteriormente, el Palacio de Deportes de la Comunidad Autónoma madrileña verifica la innegable superioridad estadounidense (0-47).

 La reanudación de la Liga no depara sorpresa alguna.

Entre tanto, los Panteras consuman su experiencia europea. Los Frogs de Legnano frustran el sueño ‘felino’ (60-29).

 La eliminación, sin embargo, no obscurece la espléndida campaña local de la formación matritense, que accede cómodamente a la final. Su tradicional oponente, Villafranca Eagles, alcanza análogamente el decisivo partido.

El Estadio Olímpico de Canillejas alberga el enfrentamiento. La organización concibe un insuperable espectáculo: autoridades, animadoras, actuaciones musicales, etc. La velada culmina con el apurado triunfo de los Panteras (21-17).

 En inferior categoría, la irrupción de los Cougars perfila la temporada. El incipiente conjunto vizcaíno, tras finalizar invicto la competición, obtiene el codiciado ascenso. Por contra, el vencedor de la VIII Liga Catalana, Vallés Reds, cede en el choque de promoción.

 De nuevo, dificultades económicas deterioran el patente bienestar adquirido. La codicia deportiva y la carencia presupuestaria determinan la renuncia de los Barcelona Boxers. Asimismo, el desamparo institucional y la indiferencia ‘dragontina’ propician la desaparición de la histórica entidad.

Los ex-componentes del club catalán refuerzan los equipos provinciales. La generalidad recala en los Búfals: CarlosJaninoTorres, Adolfo Ventas, David Esteve. Una facción minoritaria engrosa en los Pioners: Iván Imbernón, Sergi PotatoDíaz, Tony Veiga.

 [1] Trece segundos para la finalización del partido, marcador favorable a la entidad badaloní, posesión del combinado barcelonés, cuarto down y ocho yardas para la consecución del touchdown. John Robert White amaga la entrega sobre Olaf Hampel y avanza dramáticamente hasta la zona de anotación. La experiencia y perseverancia del quarterback norteamericano otorgan la victoria al conjunto de Barcelona.

[2] Actual European Federation of American Football (EFAF).

Lo último
Patrocinadores oficiales
Colaboradores
Patrocinador principal
Patrocinadores oficiales